sábado, 1 de septiembre de 2012

Pistola Pressin



LA PISTOLA PRESSIN

Introducción


Posiblemente casi todo el mundo recuerda la historia de "Pequeño Gran Hombre", pero seguramente pocas sabrán la de esta "Pequeña Gran Pistola", que como veremos más adelante llegó a las mismísimas manos de la persona mas poderosa de la Tierra: El Presidente de los Estados Unidos de América.

Aunque algún lector no se lo crea se trata de una pistola que fue diseñada por un militar español: el General D. Juan y Bautista Uriarte del Río (1913-1992), a quien tuve el honor de conocer, y fabricada por nuestra conocida firma armera Gabilondo y Compañía de Vitoria (Alava).

Si hubiera que definirla tan sola con cuatro palabras serían sin la menor duda las siguientes: Arma de Defensa Inmediata. Y nunca mejor dicho.

A pesar de haber transcurrido unos quince años, todavía recuerdo la primera impresión que me causó cuando en aquellos hermosos parajes de Riaza, en la provincia de Segovia, el hijo mayor del General me enseñaba por amistad y común afición una de los primeros modelos fabricados de la pistola PRESSIN oculta en una vulgar funde de gafas. Hasta entonces nunca había visto nada parecido y la verdad es que después de unos cuantos de miles de armas más sigo sin conocer algo semejante.

Tras examinarla y escuchar atentamente a las instrucciones verbales que mi amigo Juan me dio sobre su funcionamiento, mis dos primeras preguntas fueron: ¿Porqué una pistola que parecía cualquier cosa menos un arma? y ¿por qué una munición tan rara y novedosa como era el 7'65 milímetros especial (7'65xl5) y no el típico 7'65 Browning (7'65xl7)?.

La respuesta del hijo del General no se hicieron esperar. En aquella época (que por otro lado no parecer por desgracia tan diferente de la actual) se habían efectuado diversos secuestros de importantes personalidades por bandas terroristas. Las víctimas no habían tenido tiempo alguno de reaccionar. Tal vez si transcurridos los primeros momentos de confusión y nerviosismo, el secuestrado hubiera dispuesto de un arma que oculta en una inofensiva funda de gafas desde la que sin necesidad de extraer, hubiese abierto fuego, la historia se habría escrito de forma muy distinta.

Respecto a la munición, al tratarse de un arma de características tan especiales destinada a un tipo de usuario muy concreto (político, militar, empresario o policía sometido a gran riesgo potencial de actos terroristas) debía utilizar un cartucho que no se pudiera obtener con facilidad. La idea era que si por cualquier causa la pistola caía en manos de delincuentes o terroristas les fuera completamente inservible al no encontrar munición para la misma.

El nacimiento y bautismo de la pistola Pressin.

El General Uriarte tenía muy claro el tipo de arma que quería inventar y que clase de persona debla utilizarla. No tenía interés alguno en que se convirtiera un arma "popular", pues era plenamente consciente del peligro potencial que podía suponer su distribución y venta masiva al público.

Posiblemente él mismo, por su alta graduación militar y su rotunda e innegable genealogía vasca, se sabía posible objetivo de un acto terrorista, motivo por el cual diseñaría una pistola que en caso extremo pudiera utilizar.

Una vez diseñado y proyectado el prototipo final se procedió a patentarla con el nº 463.479. A continuación hacia falta legalizar a la "criatura", acto que hizo la Comisión Permanente de Armas y Explosivos por Orden de fecha 12 de Julio de 1978. La Empresa Gabilondo y Compañía de Vitoria (Alava), sería la encargada de su fabricación, si bien nunca aparecería como tal en su catálogo publicitario.

El nombre de PRESSIN fue idea del propio General. Inicialmente la denominación elegida era la de PRESSING que en inglés es un adjetivo que se traduce por URGENTE. En el mismo idioma el verbo PRESS significa APRETAR, PRESIONAR, que es precisamente la forma de accionar el mecanismo de disparo de la pistola. Pero parece ser, según versión del propio hijo del inventor, que el nombre estaba ya registrado por la que se hizo necesario suprimir la última letra, la "G".

De hecha en el modelo de caja de cartón con que la Fábrica Nacional de Palencia empaquetaba la munición de esta pistola imprimió el nombre completo de PRESSING, siendo necesario posteriormente tapar la última letra con un círculo de color negra y dibujar otro más al principio para disimular así la manipulación.

Presentación y funcionamiento.

La presentación de la pistola no pude ser más modesta. Una caja de cartón de dos piezas, que en el caso de aquellas que estaban damasquinadas en oro, llevaba una envuelta aterciopelada.

Su interior, aparte de la pistola, contiene dos inofensivas fundas de gafas en plástico color verde y azul. Externamente sólo difiere de las que habitualmente se utilizan por cualquier ciudadano en dos pequeños orificios situados en un frontal cara a la boca de fuego de sus dos cañones y un pequeño remache fijado en su lateral izquierdo que indica disimuladamente la situación del seguro.

Tan sólo cuando se abre la funda aparece impresa en su interior un aviso de que contiene un arma de fuego de bolsillo autorizada y previene del peligro de su manipulación sin conocer su funcionamiento.

La comercialización de la pistola PRESSIN originó diversas circulares internas de la Dirección General de la Guardia Civil y de la Policía difundiendo entre sus miembros fotografías del arma y sus fundas. Su objetivo principal era evitar que en los controles y registros, especialmente aeroportuarios y de edificios públicos sensibles, se burlasen los detectores de metales por cualquier terrorista potencial al depositar en la bandeja portaobjetos unas aparentemente inofensivas gafas juntas al típico paquete de tabaco y el habitual juego de llaves antes de pasar por el arco.

La pistola PRESSIN, que externamente recuerda a una grapadora, está construida en su mayor parte con una aleación de origen italiano que comparte las ventajas de una gran resistencia y un peso ligero. Se trata del ERGAL-60. Los dos cañones dispuestos de forma paralela son de acero y van incrustados en el armazón, no siendo posible su manipulación o desarme de una forma manual tal y como estamos acostumbrados con el resto de las armas cortas.

Podemos considerar su ergonomía como perfecta adaptándose con total comodidad a la forma de la mano. Sin embargo su manipulación si no se adoptan diversas precauciones puede ser peligrosa. No hay que olvidar que no estamos ante una pistola convencional y que su mecanismo de disparo se acciona por simple presión.

Por ello su seguro (botón rojo) debe estar siempre colocado en la posición correcta, máxime cuando haya algún cartucho en la recámara. Para abrir el cerrojo hay que tirar con fuerza hacia abajo del retén. Si la palanca de disparo ha sido accionada será más fácil. Para poder liberar dicha palanca es imprescindible abrir previamente el cerrojo.

El arma sólo tiene capacidad para dos cartuchos que deben introducirse normalmente en sus respectivas recámaras coma si se tratara de una escopeta de cañones paralelos. En esta operación es muy importante recordar que el botón del seguro esté accionado. A continuación el cierre, que permanecía en su posición más retrasada, será empujado hacia adelante de un golpe seco con la palma de la mano, quedando tras esta operación el arma, cargada y montada.

A partir de esos momentos y con sólo liberar el botón rojo del seguro con una simple presión de la palanca servirá para hacer un disparo. Si la presión es fuerte se efectuaran los dos disparos a la vez. El retroceso en ambos casos es suave.

El mecanismo de disparo es muy sencillo, las dos agujas percutoras han quedado retenidas comprimiendo a su vez los respectivos muelles en espera únicamente de que al accionar la palanca de disparo, queden liberadas. Tras el disparo o disparos el arma sigue acerrojada gracias al retén por lo que para poder extraer las vainas hay que proceder a su apertura manual. A la hora de meter la pistola en la funda de gafas hay que tener la precaución para evitar accidentes, de que coincidan los picos de la palanca y botón del seguro con los orificios y remaches correspondientes.

Los ilustres propietarios de la pistola Pressin

Si bien la pistola se diseñó y se fabricó para que fuera utilizada por personas que fueran objetivos potenciales de actos terroristas y muy especialmente los de secuestro, sus singulares características que la definen como única en el mundo ha hecho que tras ser damasquinada en oro fuera objeto de regalo personal o institucional a personalidades tan relevantes como S.M. el Rey D. Juan Carlos I, el Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, o el Príncipe de Gales entre otras.

Asimismo algunos Generales y Almirantes de nuestras Fuerzas Armadas fueron objeto a principios de la década de los ochenta, de tan afortunados regalos por parte de sus compañeros o subordinados con ocasión de ascensos, cambios de destino o su pase a la Reserva.

Las notas comunes a todas estas pistolas eran la inscripción de oro de los nombres o firmas de los homenajeados así como los escudos de sus países o unidades militares de pertenencia.

El cartucho 7'65 mm. especial Pressin.

Tanto el Coronel D. Angel Molina López como el Comandante D. Alfonso Orea Maestro, pertenecientes al igual que el General Uriarte al Cuerpo de Ingenieros de Armamento y Construcción, en su magnífica obra CARTUCHERIA ESPAÑOLA detallan perfectamente las características de este singular cartucho.

Fue fabricado exclusivamente en la Fábrica de Palencia perteneciente a la Empresa Nacional "Santa Barbara" de Industrias Militares S.A., siendo su cantidad bastante reducida en comparación con otros calibres. El fabricante de la pistola sólo se comprometía a que el propietario de la misma pudiera adquirir las 25 cartuchos de dotación anual.

Las vainas utilizadas corresponden a las empleadas para los cartuchos del 7'65 mm. Browning que se fabricaban también en Palencia, pero que previamente habían sido rebajados en 2 milímetros. De esta forma sus dimensiones de 7'65 x 17 quedaban convertidas en 7'65 x 15. Las vainas que se cargaron correspondieron a las marcadas en el culote con los año 1975 y 1979, aunque su fecha de montaje fuera diferente. El motivo fue únicamente aprovechar vainas ya fabricadas que no hablan sido todavía utilizadas.

La bala o proyectil es exactamente el mismo que el empleado en el proceso de fabricación del 7'65 Browning. Aparte de la diferencia en la longitud la vaina ya mencionada, la carga propulsara se reduce a la mitad, con lo que se consigue que su alcance eficaz no sea superior a los diez metros.

La munición se empaquetó inicialmente en cajas de 25 cartuchos de cartón gris claro mate al igual que las que se usaban en la Fábrica de Palencia para el 7'65 Browning. La única diferencia era la inscripción "7'65 mm. especial" en tirita roja que aparecía en un lateral.

Posteriormente se diseñó específicamente un tipo de caja en cartón satinado de color blanco en donde aparecía en su frontal la indicación de PRESSIN aunque con la anécdota ya citada de la disimulación de la letra "G".

Según el libro CARTUCHERIA ESPAÑ0LA sólo se fabricaron tres tipos de cartuchos: el ordinario, que fue el más numeroso y los de instrucción y fogueo, aunque estos fueron realmente de carácter experimental y por lo tanto se hicieron muy pocos ejemplares. Aparte de estos, se suministraban normalmente unas cajas de 25 vainas dotadas de su cápsula iniciadora que estaban protegidos por un barniz o laca de color rojo cuya finalidad principal era la de demostración y entrenamiento en la manipulación del arma.

Tomado de: Núñez, J. Revista "Armas", nº 45, 1996.

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